Smart Contracts: Qué son, cómo funcionan y para qué sirven

Los smart contracts (contratos inteligentes) son programas autoejecutables que automatizan las acciones requeridas en un acuerdo o contrato. Una vez completadas, las transacciones son rastreables e irreversibles. Si quieres saber más detalles sobre cómo funcionan y para qué se usan, sigue leyendo nuestro artículo.

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Desde la creación hasta la ejecución.

Es posible que hayas oído hablar de los smart contracts, pero ¿qué son exactamente y cómo funcionan? Si te gustan las criptomonedas, quizás recuerdes que los contratos inteligentes se relacionan con la red Ethereum Ahora que la red Bitcoin admite contratos inteligentes (un gran avance para la cadena de bloques original), es posible que sientas curiosidad por saber más sobre los contratos inteligentes.

Imagina un mundo en el que los contratos se ejecutan solos y la confianza se establece y mantiene únicamente mediante líneas de código a prueba de manipulaciones. Ese es el mundo de los contratos inteligentes: programas informáticos basados en blockchain o protocolos de transacciones que funcionan como contratos digitales. Entonces, ¿cómo funcionan los contratos inteligentes y cómo se pueden utilizar?

Puntos Clave

  • Los contratos inteligentes utilizan la tecnología blockchain para ejecutar acuerdos.
  • El proceso de seis pasos para ejecutar un contrato inteligente comienza cuando las partes aceptan los términos y condiciones y termina con la colocación de un registro en la cadena de bloques.
  • Los contratos inteligentes pueden mejorar la eficiencia de los procesos, pero no están exentos de riesgos.

Breve Historia de los Smart Contracts

El principio de los contratos inteligentes fue descrito por el criptógrafo y programador estadounidense Nick Szabo en 1996, mucho antes de la aparición de la tecnología blockchain. Según la concepción de Szabo, los contratos inteligentes son protocolos digitales de transferencia de información que utilizan algoritmos matemáticos para ejecutar automáticamente una transacción una vez que se cumplen las condiciones establecidas y que controlan totalmente el proceso. Esta definición, que se adelantó a su tiempo en más de diez años, sigue siendo exacta hasta el día de hoy. Sin embargo, en 1996 esta concepción no pudo realizarse: en aquel momento no existían las tecnologías necesarias, tales como el blockchain.

En 2008, Bitcoin, la primera criptomoneda que surgió, se creó sobre la base de la revolucionaria tecnología blockchain. La cadena de bloques de Bitcoin no permitía que las condiciones para concluir una transacción se establezcan en un nuevo bloque, ya que solo contiene información sobre la transacción en sí. No obstante, la aparición de la tecnología sirvió de impulso para el desarrollo de contratos inteligentes. Cinco años después, la plataforma blockchain de Ethereum hizo posible el uso de contratos inteligentes en la práctica. Hoy en día el mercado ofrece muchas plataformas que permiten el uso de contratos inteligentes, pero Ethereum sigue siendo una de las más extendidas.

Cómo funcionan los smart contracts

Un contrato inteligente, como cualquier contrato, es un acuerdo entre dos partes. Los smart contracts utilizan código para aprovechar los beneficios de la tecnología blockchain, incluida la eficiencia, la transparencia y la seguridad. Los resultados pueden ser innovadores, pero el uso de contratos inteligentes también conlleva riesgos.

La naturaleza digital de los contratos inteligentes significa que pueden programarse para ejecutarse automáticamente en un proceso de seis pasos.

Las partes aceptan los términos y condiciones

La creación de un contrato inteligente comienza con un acuerdo. Las partes que deseen realizar transacciones o intercambiar bienes o servicios deben acordar los términos y condiciones del acuerdo. Las partes involucradas también deben decidir cómo funcionará el contrato inteligente, incluidas qué condiciones deben cumplirse para que el contrato se ejecute y si se ejecutará automáticamente.

Se crea el contrato inteligente

Las partes que realizan la transacción tienen múltiples opciones para crear un contrato inteligente, que van desde codificarlo ellos mismos hasta trabajar con un desarrollador de contratos inteligentes. Los términos del acuerdo se traducen a un lenguaje de programación para crear el contrato inteligente, que especifica reglas y consecuencias tal como lo haría un contrato legal tradicional.

Crear un smart contract puede ser sencillo, pero es importante tener en cuenta que un contrato inteligente mal diseñado supone un riesgo importante para la seguridad. Es fundamental verificar completamente la seguridad del contrato inteligente durante este paso.

Se implementa el contrato inteligente

Una vez que el contrato inteligente diseñado de forma segura esté listo, el siguiente paso es implementarlo en una cadena de bloques. El contrato inteligente se transmite a la cadena de bloques como cualquier otra transacción criptográfica, con el código del contrato inteligente incluido en el campo de datos de la transacción. El contrato inteligente está activo en la cadena de bloques una vez que se confirma la transacción y no se puede revocar ni modificar.

Esa última parte es importante. Implementar un contrato inteligente en una cadena de bloques es como comprar un artículo y tirar intencionalmente la factura. No hay devoluciones, reembolsos ni cambios, sin excepciones.

Se cumplen las condiciones desencadenantes.

Un contrato inteligente funciona monitoreando la cadena de bloques u otra fuente de información creíble para detectar ciertas condiciones o desencadenantes. Estos factores desencadenantes pueden incluir casi cualquier cosa que pueda verificarse digitalmente: una fecha alcanzada, un pago completado, una factura mensual recibida o cualquier otro evento verificable. Las condiciones desencadenantes también pueden cumplirse cuando una o más partes del contrato realizan una acción específica.

Se ejecuta el contrato inteligente.

Cuando se cumplen las condiciones desencadenantes, se ejecuta el contrato inteligente. Un contrato inteligente que se ejecuta automáticamente puede realizar una o varias acciones, como transferir fondos a un vendedor o registrar la propiedad de un activo por parte de un comprador.

El resultado del contrato se registra en la cadena de bloques.

La ejecución del contrato inteligente se transmite inmediatamente a la cadena de bloques. La red blockchain verifica las acciones realizadas por el contrato inteligente, registra su ejecución como una transacción y almacena el contrato inteligente completo en la blockchain. El registro del contrato inteligente generalmente está disponible para que cualquier persona lo revise en cualquier momento.

¿En qué casos se usan los Smart Contract?

En este punto, los contratos inteligentes pueden parecer abstractos, así que echemos un vistazo a algunas formas específicas en las que se pueden utilizar los contratos inteligentes. Quizás te sorprenda saber cómo los contratos inteligentes pueden ayudar en las transacciones y otras decisiones monetarias:

  • Ahorro automático. Los contratos inteligentes se pueden utilizar para automatizar la cantidad de dinero que ahorras cada mes transfiriendo dinero a una cuenta designada.
  • Inversión automática. Los contratos inteligentes se pueden programar para automatizar tu actividad inversora. Un contrato inteligente utilizado de esta manera puede ser eficiente, pero riesgoso, ya que no estarás tan involucrado en tus decisiones de compra y venta.
  • Reclamos de seguro. ¿Alguna vez has deseado que el proceso de reclamaciones de seguros fuera más rápido? Los contratos inteligentes se pueden utilizar para automatizar los procesos de pago y reclamación de seguros. Un contrato inteligente se puede programar para pagar inmediatamente cuando ocurre un determinado evento verificable, como un desastre natural.
  • Planificación patrimonial. Otro proceso notoriamente lento es el de recibir una herencia tras la muerte de un ser querido. Se pueden agregar contratos inteligentes a un plan patrimonial para distribuir automáticamente los activos digitales tras la muerte de una persona, lo que podría eliminar la necesidad de un juicio de sucesión.

Los smart contracts también se pueden utilizar para una amplia gama de funciones nativas de las cadenas de bloques, como préstamos entre pares y otras formas de finanzas descentralizadas. Pero en el gran esquema de las cosas, estos ejemplos apenas abordan la gran variedad de casos de uso que los contratos inteligentes podrían ofrecer algún día.

¿Son Seguros los Smart Contracts?

Los contratos inteligentes pueden potencialmente reemplazar la confianza en los humanos por la confianza en el código. Pero, ¿son seguros estos contratos digitales?

Los desarrolladores de contratos inteligentes pueden tomar medidas para maximizar y verificar la seguridad de sus contratos, pero los entornos físicos, tecnológicos y regulatorios en los que opera un contrato inteligente pueden hacerlo vulnerable a riesgos externos. Por ejemplo:

  • Un contrato técnicamente sólido puede no ser legalmente ejecutable.
  • Un contrato puede carecer de interoperabilidad, lo que lo hace incompatible con otras redes blockchain necesarias para completar una transacción determinada (o cumplir un contrato determinado).
  • Los contratos inteligentes son vulnerables a errores de codificación, lo que puede provocar resultados inesperados (incluidas medidas de seguridad defectuosas).
  • La congestión de la red y las costosas tarifas de transacción pueden afectar la ejecución y la favorabilidad del contrato.

Estos son sólo algunos de los principales riesgos a los que pueden estar expuestos los contratos inteligentes.

Evaluar la seguridad de los contratos inteligentes es una parte importante para comprender cómo funcionan. Los contratos inteligentes pueden ser más seguros cuando el desarrollo incluye:

  • Programación de primer nivel que prioriza las funciones de seguridad.
  • Pruebas rigurosas antes del despliegue.
  • Auditorías periódicas del código de contrato inteligente.
  • Verificación del rendimiento en todos los entornos posibles.
  • Actualizar el código de contrato inteligente según sea necesario.
  • Maximizar la transparencia de los contratos inteligentes.
  • Determinar que el contrato inteligente es jurídicamente vinculante.

Conclusión

Los smart contracts son acuerdos autoejecutables basados en protocolos predefinidos. Su capacidad para realizar esta función en un entorno automatizado y a prueba de manipulaciones los convierte en una de las tecnologías en desarrollo más innovadoras y prometedoras. Al reemplazar la confianza en instituciones centralizadas (como bancos, abogados y asesores financieros) por la confianza en códigos informáticos compatibles con blockchain, los contratos inteligentes podrían marcar el inicio de una era de “sistemas sin confianza” automatizados.

Depender únicamente del código informático para tareas importantes puede ser eficiente, pero también arriesgado. La mayoría de nosotros no estamos preparados para vender una casa u otro activo importante mediante un contrato electrónico inteligente irreversible. Además, los smart contracts están evolucionando y los marcos legales y regulatorios básicos aún están tomando forma. Pero a medida que los contratos inteligentes y otros casos de uso de criptomonedas avanzan hacia la adopción generalizada, podemos ver indicios de su papel potencialmente significativo, si no disruptivo, en el futuro de nuestra economía y sociedad.

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